Pensé que alejarme era la solución, pensé que el tiempo lo curaría. Pero acá estoy, escribiendo, intentando plasmar de alguna manera, estos sentimientos que me ahogan. Conviven conmigo esos nudos en la garganta, de esos que ni el llanto logra desatar. Insomnios que tienen tu nombre, tu cara, tu voz. Deja vú. ¿Volvemos a lo mismo? Mas de un año pasó, pero el sentimiento perduró. Actitudes confusas que me enloquecen. ¿Es deseo, atracción? ¿O es amor?
Anhelar con locura lo prohibido. Y hoy, desear que seas solo mío. El tiempo me demostró que el olvido no era para nosotros dos. Pero cuando en sus brazos estas, siento que me desvanezco cada vez un poco más.
No se si pueda estar sin vos. Sé que no quiero. No sé que decir. No sé que pensar. No sé que hacer. No sé lo que siento, pero sé que no quiero sentirlo más. Somos imposibles. Te perdí, me perdiste, nos perdimos. Nos cansamos de nosotros, pero en algún lugar, oscuro y masoquista, está el deseo y la necesidad de no perdernos. De encontrarnos y no soltarnos más. Nos odiamos. Pero, nos amamos aún más.
