"Estaba, como siempre, vestido de negro. En sus zapatillas altas de cuero había escrito “Redondos” en una y “Patricio Rey” en la otra.
—¡Qué suerte que saliste! —me saludó— Quería hablar con vos, quería mostrarte algo. Vine a merendar aquí a ver si salías. Pero me comí todas las galletitas. Te quedan unas pastillas de goma.
—¿Qué querías mostrarme?
—Una canción. Algo que compuse para vos."
—¡Qué suerte que saliste! —me saludó— Quería hablar con vos, quería mostrarte algo. Vine a merendar aquí a ver si salías. Pero me comí todas las galletitas. Te quedan unas pastillas de goma.
—¿Qué querías mostrarme?
—Una canción. Algo que compuse para vos."